Neptuno

Quiero desaparecer y ser,
me quiero disolver y ver.

Que desilusión no sé quién soy,
pensé que estaba bien y me perdí.
Narcoticé la realidad,
pero otra vez me confundí.

Las olas, 
las olas en el mar.
Ya son parte de mi,
ya son parte de ti.

Lo que termina vuelve a empezar,
otra vuelta más en espiral.
Vidas pasadas recordé,
en el vacío me llené.

El cielo, 
el cielo y el amor.
Ya son parte de mi,
ya son parte de ti.

En el fuego inicié,
en la tierra sembré,
en el aire volé,
en el agua sentí.

La tierra, el cielo vos y yo.
Somos gotas del mar.

Neptuno o Poseidón, dios de los mares y de los océanos, rige al signo de Piscis. Al entrar en su reino, todo parece estar regido por otras leyes. Es que en lo profundo del Mar se disuelve todo lo que crees ser, para resonar con la totalidad. Te conecta con la sensibilidad, con las emociones, con la empatía y con la espiritualidad.
Las aguas se adaptan, toman la forma, el color y el olor de donde sea que se encuentren. Borran bordes y límites para encontrarte con tu propio reflejo. La razón se pierde entre espejismos. Como un Cielo infinito que deja pasar las nubes, Neptuno te invita a soltar la ilusión de control, la acción es la inacción, debes entregarte a caer eternamente hacia ti mismo, donde sos parte del Universo, de la totalidad. “Hay muchos mundos, pero todos están en éste.”
Animate a desligarte de todo lazo, salvo el que te une a la Consciencia.